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El tiempo no cura las heridas del alma, sino que las va haciendo cada vez más arraigadas, con raíces más profundas.

Cada uno de nosotros es una persona única, diferente y nuestros síntomas tienen que ver con nuestra propia singularidad.

Si en un momento determinado nos damos cuenta de que necesitamos ayuda, de que no podemos solucionar por nosotros mismos un problema, que nos supera, nos hace sufrir y ya no queremos seguir resignándonos a convivir con ese síntoma durante toda la vida; si hay un punto de inflexión en el que la persona se puede hacer preguntas sobre cuál es su papel en su propia historia, que algo tiene que ver su síntoma en relación con su propia historia personal.

El ser humano está habitado por el lenguaje y para él o ella puede haber ciertas frases, o palabras que nos han designado, nos han colocado en un lugar, a veces poco agradable. El psicoanálisis pretende mover a la persona de esos “lugares” en que ha quedado petrificado, que lo colocan en un “mal lugar” y que le hacen sufrir

Si partimos de que cada sujeto es único, entonces el proceso de curación también tendrá que ser distinto.

El psicoanálisis permite escuchar a la persona y trabajar de una forma diferente a otras técnicas, podrá permitir al paciente que se sitúe en otra posición distinta frente a los demás y en relación a sí mismo, le ayudará a responder de otra manera, intentando que tome distancia en relación a ese sufrimiento que le provoca el síntoma e intentará que vaya por el camino que le traza su propio deseo.

Psicoanálisis y terapia de adultos:

  • Depresiones.
  • Síntomas fóbicos.
  • Inhibiciones.
  • Estrés y angustia.
  • Agobios, bloqueos.
  • Situaciones de maltrato.
  • Pensamientos repetitivos.
  • Somatizaciones
  • Enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.
  • Psicosomática (piel, alergias, asma,…)
  • Trastornos del sueño.
  • Dependencias.
  • Trastornos del sueño: Insomnio
  • Trastorno bipolar
  • Situaciones de  pérdidas, de duelo que se alargan en el tiempo.
  • Sentimientos de culpa.
  • Mobbing.
  • Autoestima.
  • Dificultades laborales, a la hora de encontrar trabajo o mantenerlo.
  • Problemas en las relaciones sociales y familiares.
  • Dificultades para mantener vínculos estables.
  • Pérdidas de control en determinadas situaciones.
  • Dificultades en las relaciones sexuales.
  • Conflictos con el propio cuerpo como dolores crónicos o alteraciones persistentes.
  • Dificultades al abordar cambios importantes.

Tratamiento de pareja:

  • Celos.
  • Dificultades en el encuentro.
  • Dificultades para establecer una pareja.
  • Conflictos en la relación.
  • Situaciones de planteamiento de una posible separación o divorcio.
  • Las rupturas de la relación de pareja.

Tratamiento de niños:

  • Agresividad
  • Aislamiento y timidez
  • Encopresis
  • Enuresis
  • Acoso escolar
  • Nerviosismo
  • Negativismo y desobediencia
  • Trastorno de aprendizaje
  • Dificultades en la escuela
  • Tartamudeo.
  • Problemas de convivencia en el entorno familiar.
  • Trastornos del sueño, miedos.
  • Trastornos de la alimentación.
  • Dificultades en la relación con otros niños de su edad.

Tratamiento de adolescentes:

  • Como fracaso escolar o dificultades de aprendizaje.
  • Dificultades en las relaciones con los iguales por timidez, agresividad, apatía, falta de interés.
  • Actitudes compulsivas, repetitivas, conductas adictivas.
  • Trastornos de la alimentación: obesidad, anorexia, bulimia.

Área atención familiar:

  • Relaciones conflictivas entre alguno de sus miembros.
  • Deterioro de la convivencia.