LA MEJOR OFERTA – Giuseppe Tornatore

LA MEJOR OFERTA  Giuseppe
Tornatore

Virgil (Geoffrey Rush) es un
subastador  totalmente
prepotente,  muy armadito y controlado.
Todo en su vida tiene que ser perfecto. Su deseo  aparentemente está   dirigido a amasar dinero y obras de arte, para
 luego verlas él solo. En su vida, no hay
nada que compartir con los demás.

En un momento del film Virgil dice: “Detrás del  moho , antes ha
habido una pintura. Siempre se esconde algo, hay algo detrás”.

Además es un hombre al que se  le da muy bien hablar sin decir nada y no hay
compromiso entre sus palabras y sus actos. Admitía obsequios, miente, manipula,
engaña a los otros.

Entonces se pone en contacto con  Clarie, una mujer joven a la que no puede ver.,
alguien que no quiere mostrarse, y por lo tanto, deseable.

Ella le tiende el anzuelo.: “él es el mejor  subastador y solo confía en él”…. Ella poco a
poco, le hace salir de su zona de confort y desear. Claire  no es fácil, no se deja atrapar, se escapa, se
escurre como una anguila. En un momento Virgil dice: “No acepto hacer negocios
con un fantasma”. Pero al final entra en el juego y  es engañado.

Él pica el cebo y algo se empieza a conmover, lo que le hace
preguntarse,  no sabe lo que pasa,  no controla, no se puede apropiar de
ella.  Empieza a tener curiosidad por
verla, por querer saber.

El se muestra cada vez más cercano, más humano, asumiendo su
deseo,  y más vulnerable. La relación le
toca, se vuelve loco, se deprime, se angustia, pero siente que esta vivo. Ya le
da lo mismo las posesiones, lo que realmente le importa es seguir a la mujer a
la que desea.

Lo importante es que el misterio, esa mujer le hace desear,
le hace salir de esa vida tan fría, y tan lóbrega. Detrás de ese miedo tan
grande a las mujeres se escondía  un gran
deseo por ellas.

 Un supuesto amigo le dice a Virgil: “La emociones son como las obras de arte,
pueden falsificarse, pueden parecer idénticas al original, pero son falsas”

. Yo creo que a uno/una  no le engañan ,
sino que uno mismo se deja engañar. Las razones, cada uno encontrará las suyas
propias, las que le conciernen. 

Deja una respuesta